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Mirando la Luna...

Tenía ya un buen rato sin salir a disfrutar el aire de la noche... sí, hacía tiempo que ella no tenía un descanso de los problemas de la vida. No tenía un tiempo para pensar en lo buena que ésta es, ni en todo lo que le ha regalado.
Tal vez porque se había alejado de ella misma, porque no tenía ni un momento para respirar, sin embargo ella seguía aquí aunque solo en cuerpo pero no en alma. Le aterraba sentirse "una más" como si solo estuviese aquí porque sí y sin tener vida realmente.

Decidió sentarse en aquella banquita que estaba justamente junto al rosal, ese que por mucho tiempo seguía floreciendo, parecía que cada vez las rosas eran más bellas que las de la temporada anterior, se veía tan hermoso que hasta uno podría llegar a cuestionarse si era de verdad.
Tenía una taza de café que supuso le duraría un buen rato y sin pensarlo se sentó a contemplar el paisaje. Todo parecía tan diferente, como si hubiese ido a vivir a un lugar muy lejos de ahí, como si fuera otro lugar... Rápidamente, su gato Arel le hizo compañía, se sentía muy bien tener a alguien con quien compartir esa escena tan hermosa y tan extraña a la vez. Lo acarició y el minino se recostó a su lado.

A veces es lo único que necesitas, se dijo a sí misma, porque sabía que uno mismo le da importancia a los problemas y a cosas que son tan inútiles en la vida. Sabía que de alguna manera uno hace de su vida un infierno, si eso es lo que quiere, pero que se puede ser la persona más feliz del mundo si tan solo se lo propone.

Mientras contemplaba el paisaje tan hermoso, notó de repente que la luna tenía algo especial, realmente había olvidado de cuán bella era la luna. Se percató de que era una luna diferente, parecía como con vida, aunque estuviese ahí, estática y donde todas las noches está siempre. Parecía como si la luna escuchara los problemas que tenía en la cabeza y esto la hacía sentirse tan tranquila, sentía como la luna la llenaba con ese brillo pálido que tiene, la abrazaba... la hacía suya.

Aquella taza de café cada vez se vaciaba más y parecía que Arel se había cansado de estar con ella, así que decidió irse a seguir explorando la noche, tal y como los gatos hacen, disfrutando de un mundo de sombras que a veces los humanos no nos atrevemos a explorar.


No hay inspiración U_U una vez que empiezo un post y no lo termino en el momento nunca lo termino U_U! pero bueno, espero que para el próximo sí termine... jaja

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